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Os escritos do Irmão Rafael
“Todos os escritos do Beato Rafael refletem, por sua simplicidade e transparência, o seu maravilhoso modo de estar sempre aberto ao querer de Deus. Sua doutrina, profundamente evangélica, forte e alegre por sua vez, o fazem muito perto de nós e às aspirações e tendências da espiritualidade de todos os tempos e, por isso mesmo, da nossa. Seus escritos não tinham outro fim que a exigência de seu espírito para fazer oração e plasmar os pensamentos que ferviam em seu vulcão interior, e que resultavam ser monólogos ou diálogos de amor intenso a Deus.
Um dos teólogos censores de seus escritos nos disse: ‘Os apontamentos do Irmão Rafael, não são, na realidade, doutrinais ou didáticos, no estrito sentido, como se tivessem sido redigidos para esclarecer alguns pontos de doutrina, senão que são mais comentários que saíram de seu coração e de seu espírito como um maravilhoso impulso de oração, acomodando-os às circunstâncias de sua vida. Aquilo que ele sentia em sua alma, era o que tentava manifestar com palavras. E o que em silêncio percebia em seu coração, o comunicava em altos brados em seus escritos’. E acrescenta: ‘Não esqueçamos que estes escritos estão penetrados pela unção do Espírito Santo, pelo qual, oferecem um frutuoso apostolado às almas dos fiéis que procuram alcançar a vida interior’ (Positio Super Scriptis, p. 32).
Se os escritos do Irmão Rafael possuem um estranho poder de atração, se deve à presença viva do Espírito Santo que neles sopra. Seus apontamentos, sempre íntimos, recolhem e projetam o secreto mistério de sua pessoa que, avançando reto pela senda cristã e monástica, embora não sem crisóis de purificação no corpo e na alma, chega a consumir-se em ardorosas ânsias de Deus e em uma paixão pelo Absoluto que lhe queimava a alma.
O Irmão Rafael, sob a forte impressão de uma experiência íntima do Invisível, plasma em seus escritos algo tão pessoal, que ninguém poderia dizê-lo por ele; a sós com o próprio mistério, pensa, decifra e lê sua vocação, e logo nos faz felizmente partícipes de suas ânsias e de sua unção”.
Fray Mª Alberico Feliz Carvajal, OCSO
Vida y Escritos del Beato Fray María Rafael Arnáiz Barón
Introducción, pp.50-51
En español:
Los escritos del Hermano Rafael
“Todos los escritos del Beato Rafael reflejan, por su sencillez y transparencia, su modo maravilloso de estar siempre abierto al querer de Dios. Su doctrina, profundamente evangélica, recia y alegre a la vez, lo hacen muy cercano a nosotros y a las aspiraciones y tendencias de la espiritualidad de todos los tiempos y, por lo mismo, de la nuestra. Sus escritos no tenían otro fin que la exigencia de su espíritu para hacer oración y plasmar los pensamientos que bullían en su volcán interior, resultando ser monólogos o diálogos de amor intenso a Dios.
Uno de los teólogos censores de sus escritos nos dice: ‘Los apuntes del Hermano Rafael, no son, en realidad, doctrinales o didácticos, en sentido estricto, como si estuviesen redactados para esclarecer algunos puntos de doctrina, sino que son, más bien, comentarios que salieron de su corazón y de su espíritu como un maravilloso impulso de oración, acomodándolos a las circunstancias de su vida. Aquello que él sentía en su alma, era lo que intentaba manifestar con palabras. Y lo que calladamente percibía en su corazón, lo comunicaba a voz en grito en sus escritos’. Y añadía: ‘No olvidemos que estos escritos están penetrados por la unción del Espíritu Santo, por lo cual, ofrecen un fructuoso apostolado a las almas de los fieles, que intentan alcanzar la vida interior’ (Positio Super Scriptis, p. 32).
Si los escritos del Hermano Rafael poseen un extraño poder de atracción, se debe a la presencia viva del Espíritu Santo que en ellos aletea. Sus apuntes, siempre íntimos, recogen y proyectan el secreto misterio de su persona que, avanzando rectilínea por la senda cristiana y monástica, aunque no sin crisoles de purificación en el cuerpo y el alma, llega a consumirse en ardorosas ansias de Dios y en una pasión por el Absoluto que le quemaba el alma.
El Hermano Rafael, ante la fuerte impresión de una experiencia íntima del Invisible, plasma en sus escritos algo tan personal, que nadie podría decirlo por él; a solas con el propio misterio, piensa, descifra y lee su vocación, y luego nos hace felizmente partícipes de sus ansias y de su unción”.
Fray Mª Alberico Feliz Carvajal, OCSO
Vida y Escritos del Beato Fray María Rafael Arnáiz Barón
Introducción, pp.50-51
Um dos teólogos censores de seus escritos nos disse: ‘Os apontamentos do Irmão Rafael, não são, na realidade, doutrinais ou didáticos, no estrito sentido, como se tivessem sido redigidos para esclarecer alguns pontos de doutrina, senão que são mais comentários que saíram de seu coração e de seu espírito como um maravilhoso impulso de oração, acomodando-os às circunstâncias de sua vida. Aquilo que ele sentia em sua alma, era o que tentava manifestar com palavras. E o que em silêncio percebia em seu coração, o comunicava em altos brados em seus escritos’. E acrescenta: ‘Não esqueçamos que estes escritos estão penetrados pela unção do Espírito Santo, pelo qual, oferecem um frutuoso apostolado às almas dos fiéis que procuram alcançar a vida interior’ (Positio Super Scriptis, p. 32).
Se os escritos do Irmão Rafael possuem um estranho poder de atração, se deve à presença viva do Espírito Santo que neles sopra. Seus apontamentos, sempre íntimos, recolhem e projetam o secreto mistério de sua pessoa que, avançando reto pela senda cristã e monástica, embora não sem crisóis de purificação no corpo e na alma, chega a consumir-se em ardorosas ânsias de Deus e em uma paixão pelo Absoluto que lhe queimava a alma.
O Irmão Rafael, sob a forte impressão de uma experiência íntima do Invisível, plasma em seus escritos algo tão pessoal, que ninguém poderia dizê-lo por ele; a sós com o próprio mistério, pensa, decifra e lê sua vocação, e logo nos faz felizmente partícipes de suas ânsias e de sua unção”.
Fray Mª Alberico Feliz Carvajal, OCSO
Vida y Escritos del Beato Fray María Rafael Arnáiz Barón
Introducción, pp.50-51
En español:
Los escritos del Hermano Rafael
“Todos los escritos del Beato Rafael reflejan, por su sencillez y transparencia, su modo maravilloso de estar siempre abierto al querer de Dios. Su doctrina, profundamente evangélica, recia y alegre a la vez, lo hacen muy cercano a nosotros y a las aspiraciones y tendencias de la espiritualidad de todos los tiempos y, por lo mismo, de la nuestra. Sus escritos no tenían otro fin que la exigencia de su espíritu para hacer oración y plasmar los pensamientos que bullían en su volcán interior, resultando ser monólogos o diálogos de amor intenso a Dios.
Uno de los teólogos censores de sus escritos nos dice: ‘Los apuntes del Hermano Rafael, no son, en realidad, doctrinales o didácticos, en sentido estricto, como si estuviesen redactados para esclarecer algunos puntos de doctrina, sino que son, más bien, comentarios que salieron de su corazón y de su espíritu como un maravilloso impulso de oración, acomodándolos a las circunstancias de su vida. Aquello que él sentía en su alma, era lo que intentaba manifestar con palabras. Y lo que calladamente percibía en su corazón, lo comunicaba a voz en grito en sus escritos’. Y añadía: ‘No olvidemos que estos escritos están penetrados por la unción del Espíritu Santo, por lo cual, ofrecen un fructuoso apostolado a las almas de los fieles, que intentan alcanzar la vida interior’ (Positio Super Scriptis, p. 32).
Si los escritos del Hermano Rafael poseen un extraño poder de atracción, se debe a la presencia viva del Espíritu Santo que en ellos aletea. Sus apuntes, siempre íntimos, recogen y proyectan el secreto misterio de su persona que, avanzando rectilínea por la senda cristiana y monástica, aunque no sin crisoles de purificación en el cuerpo y el alma, llega a consumirse en ardorosas ansias de Dios y en una pasión por el Absoluto que le quemaba el alma.
El Hermano Rafael, ante la fuerte impresión de una experiencia íntima del Invisible, plasma en sus escritos algo tan personal, que nadie podría decirlo por él; a solas con el propio misterio, piensa, descifra y lee su vocación, y luego nos hace felizmente partícipes de sus ansias y de su unción”.
Fray Mª Alberico Feliz Carvajal, OCSO
Vida y Escritos del Beato Fray María Rafael Arnáiz Barón
Introducción, pp.50-51
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