quinta-feira, 15 de outubro de 2009

CANONIZAÇÃO/CANONIZACIÓN BEATO RAFAEL ARNÁIZ – Canonização inovadora





Canonização inovadora de cinco santos: um Bispo, dois sacerdotes, um jovem trapista e uma religiosa aos altares


CIDADE DO VATICANO, domingo, 11 de outubro de 2009 (ZENIT.org) - Filhos da Igreja universal se encontravam neste domingo pela manhã no Vaticano para unir-se à canonização de cinco novos santos, que se caracterizou por alguns detalhes novos. Os 50 mil participantes desta festa de fé procediam, entre outros países, da Espanha, França, Bélgica, Polônia, Rússia, Ucrânia, Rússia, Ucrânia, Estados Unidos sobretudo Havaí, Peru, Chile, Colômbia e Itália.

Diferente de outras ocasiões, a cerimônia aconteceu dentro da Basílica de São Pedro. Como não havia espaço para os peregrinos, um grande grupo ficou na praça e participou da santa missa através dos telões gigantes presentes na Praça de São Pedro.

A celebração no templo católico facilitou o recolhimento e o silêncio, segundo comentavam alguns peregrinos ao terminar a celebração.

Desta vez não ouve aplausos quando o Papa mencionava em sua homilia cada santo. Assim se pediu expressamente aos peregrinos antes que iniciasse a solene eucaristia, e os assistentes souberam respeitar o pedido.

Quem não pôde entrar, teve a oportunidade de ver o Pontífice quando saiu à praça para rezar o Angelus ao finalizar a eucaristia e para oferecer um breve comentário sobre a vida de cada um dos novos santos.

Os peregrinos que puderam entrar na Basílica, saudaram emocionados Bento XVI durante sua entrada e saída. Também o rei da Bélgica, Alberto II, e sua esposa, Paola Ruffo de Calábria, que assistiram à cerimônia em honra a seu compatriota, o padre Damião de Veuster.

As leituras do Antigo e Novo Testamento da missa foram lidas em francês, espanhol e polonês. O Evangelho foi lido em latim como em grego, como sinal de unidade na Igreja e do chamado à santidade, em meio à universalidade e diversidade de carismas.

No ano sacerdotal, três novos presbíteros santos

Milhares de peregrinos com os típicos colares havaianos de flores coloridas evidenciavam tanto seu lugar de procedência como o santo que os motivou viajar até Roma: Pe. Damião de Veuster, nascido na Bélgica em 1880 e morto de lepra nas ilhas Molokai em 1889, após permanecer 16 anos ali atendendo uma colônia de leprosos. Também foi canonizado o Bispo polonês Zygmunt Szczesny Felinski, (1822-1895), fundador das irmãs franciscanas da Família de Maria, que padeceu o exílio na Rússia. O terceiro santo sacerdote canonizado era o espanhol Francisco Coll (1812-1875). Por este motivo veio a Roma o padre Juan Carlos, de Campo de Cristiana, um povoado da diocese de Ciudad Real, pois em sua paróquia, como explicou a ZENIT, há “um colégio das Dominicanas da Anunciata, chama-se Virgem do Rosário, e elas têm como fundador o padre Coll”.

A simplicidade de Juana Jugan

Uma estampa com o rosto de Santa Juana Jugan (1792-1989) traziam os peregrinos membros da associação de leigos que leva seu nome e que vivem sua vida ao serviço dos anciãos. Entre eles estava Nubia Castillo, que viajou de Valledupar, Colômbia, onde trabalham intensamente as Irmãzinhas dos Pobres, comunidade fundada pela nova santa. “Fazemos parte do grupo de associação da Casa do Avô. Queremos continuar com o espírito de Santa Juana”, disse.

Rafael, jovem e místico

Da mesma forma, o Padre Rafael Riate, procedente de Lima (Peru), viajou para a canonização de seu homônimo, o Irmão Rafael Arnáiz (1911-1938), religioso da Ordem Cisterciense da Estrita Observância. “Sinto uma profunda união espiritual com ele. Desde o seminário lia seus escritos, que são um suporte em minha vida sacerdotal”.

Uma devoção profunda ao Irmão Rafael manifestou também a senhora Ascensão do Senhor, que viajou da Espanha para a canonização de “O de capuz”, como o chama carinhosamente, pois sua foto mais famosa aparece no hábito branco próprio dos irmãos de sua comunidade. “Dele aprendi a santidade no cotidiano e seu bom senso de humor. Durante a Eucaristia sentia que estava comigo, sentado a meu lado. Esta cerimônia foi como a sua morte: simples, reconhece a senhora.

Em sua homilia Bento XVI alentou os fiéis “a deixarem-se atrair pelos exemplos luminosos destes santos, a deixarem-se guiar por seus ensinamentos para que toda nossa existência se transforme em um cântico de louvor ao amor de Deus”.

Carmen Elena Villa


EN ESPAÑOL:


Canonización innovadora de cinco santos: un Obispo, dos sacerdotes, un joven trapense y una religiosa a los altares

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 11 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Hijos de la Iglesia universal se encontraban este domingo por la mañana en el Vaticano para unirse a la canonización de cinco nuevos santos, que se ha caracterizado por algunos detalles novedosos. Los 50.000 participantes en esta fiesta de fe procedían, entre otros países, de España, Francia, Bélgica, Polonia, Rusia, Ucrania, Estados Unidos sobre todo de Hawai, Perú, Chile, Colombia, y obviamente de Italia.

A diferencia de otras ocasiones, la ceremonia se realizó dentro de la Basílica de San Pedro. Como no había espacio para los peregrinos, un gran número se quedó en la plaza y participó de la santa misa a través de las pantallas gigantes presentes en la Plaza de San Pedro.

La celebración en el templo católico más grande del planeta facilitó el recogimiento y el silencio, según comentaban algunos peregrinos al terminar la celebración.

Esta vez no hubo aplausos cuando el Papa mencionaba en su homilía a cada santo. Así se les pidió expresamente a los peregrinos antes de que iniciara la solemne eucaristía, y los asistentes supieron respetar la petición.

Quienes no pudieron entrar, tuvieron la oportunidad de ver al Pontífice cuando salió a la plaza para rezar el Ángelus al finalizar la eucaristía y para ofrecer un breve comentario sobre la vida de cada uno de los nuevos santos.

Los peregrinos que pudieron entrar a la Basílica, saludaron emocionados a Benedicto XVI durante su ingreso y salida. También al rey de Bélgica Alberto II y a su esposa Paola Ruffo di Calabria, quienes asistieron a la ceremonia en honor de su compatriota, el padre Damian de Veuster.

Las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento de la misa fueron leídas en francés, español y polaco. El Evangelio se leyó tanto en latín como en griego, como signo de unidad en la Iglesia y del llamado a la santidad, en medio de la universalidad y diversidad de carismas.

En el año sacerdotal, tres nuevos presbíteros santos

Miles de peregrinos con los típicos collares hawaianos de flores multicolores, evidenciaban tanto su lugar de procedencia como el santo que los motivó a viajar hasta Roma: el padre Damian de Veuster, nacido en Bélgica en 1880 y muerto de lepra en las islas Molokai en 1889, tras permanecer 16 años allí atendiendo una colonia de leprosos. También fue canonizado el Obispo polaco Zygmunt Szczesny Felinski, (1822-1895), fundador de las hermanas franciscanas de la Familia de María, quien padeció el exilio en Rusia. El tercer santo sacerdote canonizado era el español Francisco Coll (1812-1875). Por este motivo ha venido a Roma el padre Juan Carlos, desde Campo de Cristana, un pueblo de la diócesis de Ciudad Real, pues en su parroquia, como ha explicado a ZENIT, hay "un colegio de las Dominicas de la Anunciata, se llama Virgen del Rosario, y ellas tienen como fundador al padre Coll".

La sencillez de Juana Jugan

Un prendedor con el rostro de santa Juana Jugan (1792-1989) lucían los peregrinos miembros de la asociación de laicos que lleva su nombre y que viven su vida al servicio de los ancianos. Entre ellos estaba Nubia Castillo, quien viajó desde Valledupar, Colombia, donde trabajan intensamente las Hermanitas de los Pobres, comunidad fundada por la nueva santa. "Hacemos parte del grupo de asociación de la Casa del Abuelo. Queremos continuar con el espíritu de santa Juana", dice.

Rafael, joven y místico

Igualmente, el padre Rafael Riate, procedente de Lima (Perú), viajó para la canonización de su homónimo, el hermano Rafael Arnaiz (1911- 1938), religioso de la orden cisterciense de la estricta observancia. "Siento una profunda unión espiritual con él. Desde el seminario leía sus escritos que son un soporte en mi vida sacerdotal", dijo.

Una devoción profunda al hermano Rafael manifestó también la señora Ascensión del Señor, quien viajó desde España para la canonización de "El de la capucha", como le llama cariñosamente, pues en su foto más famosa aparece con el hábito blanco propio de los hermanos de su comunidad. "De él he aprendido la santidad en lo cotidiano y su buen sentido del humor. Durante la eucaristía sentía que estaba conmigo, sentado a mi lado. Esta ceremonia fue como su muerte: sencilla", reconoce la señora.

En su homilía, Benedicto XVI alentó a los fieles "a dejarse atraer por los ejemplos luminosos de estos santos, a dejarse guiar por sus enseñanzas para que toda nuestra existencia se transforme en un cántico de alabanza al amor de Dios".

Carmen Elena Villa



Nenhum comentário:

Postar um comentário